Este lunes, una vez más, un olor nauseabundo reinó en el aire de la ciudad, provocando la lógica y entendible indignación de cientos de vecinos.
Este hecho provocó que el intendente Ricardo Alessandro saliera muy temprano de su domicilio, con el claro objetivo de recorrer cada una de las empresas y ver de dónde provenía “semejante” olor a excrecencia.
El titular del Ejecutivo dio con el lugar que emanaba los olores y, para él, no fue sorpresa notar que éstos – como siempre -, provenían del frigorífico de aves Soychú, ubicado sobre la Ruta provincial N° 191, mano a la ciudad de Arrecifes.
“Los olores no son nuevos, pero vamos a apelar a todo lo que sea necesario para que esto no ocurra nunca más y pongan a la planta en condiciones”, dijo el intendente ante los periodistas, en una rueda de prensa convocada en el Salón Blanco del Palacio Municipal.
Seguidamente, notablemente molesto, Alessandro apuntó contra el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), máximos responsables del control ambiental, y aseveró que “no han dado ninguna respuesta ni tomaron las medidas que tienen que tomar”.
Sin pelos en la lengua, Ricardo Alessandro arremetió contra Franco Santángelo, director de la firma, a quien tildó de “inescrupuloso”.
En ese sentido, Alessandro fue claro al afirmar que “nosotros no queremos que el empresariado Santángelo, Joaquina Jáuregui, jefa de Recursos Humanos de la empresa Soychú y su títere, que supuestamente sale en defensa de los trabajadores, se queden sin trabajo; pero sí pretendemos que la fábrica trabaje en las mejores condiciones, tanto higiénicas como sanitariamente”.
Posteriormente, el mandamás de la ciudad cargó contra el secretario general del Sindicato de la Carne en Salto, Miguel Ángel Tapia.
“Cada vez que viene acá (Municipalidad), viene a histeriquear, se olvida de los trabajadores que dice defender y avala a la patronal”, lanzó.
“El olor que provenía de la empresa Soychú era tan impresionante que hasta ardían los ojos”, expresó el intendente, asegurando también que si “ese es el tratamiento que le dan a la población, están equivocados”.
A título informativo, el jefe comunal explicó que “siempre, para abaratar costos, queman tripas de los pollos en un solo día y contaminan todo el aire del distrito, no protegen el medioambiente y mucho menos a los vecinos”.
“El olor a mierda era impresionante y tanto los Santángelo y a Jáuregui, que vive en la otra punta del pueblo, sobre la Ruta 31, les importa una chota”, dijo.
Para finalizar, Ricardo Alessandro sentenció: “Se le ríen a todo el pueblo de Salto, y la situación es grave, y yo dejo la vida por Salto, porque esto es medioambiente”.