En ese marco, los intendentes consiguieron esta semana algunas respuestas tras las embestidas por mayores recursos que, reservada pero enérgicamente, vienen ejerciendo sobre los gobiernos nacional y bonaerense. Saben, sin embargo, que las concesiones comprometidas en estos días no revertirán los déficits estructurales crónicos de sus distritos.
La administración de Daniel Scioli se apuró a anunciar a comienzos de esta semana que, como hizo el gobierno nacional con el bonaerense, aplicará un mal llamado "plan de desendeudamiento" de los municipios con
La medida significará, sin duda, un fuerte alivio coyuntural para las finanzas de muchos municipios. Pero los propios intendentes beneficiados advierten que está muy lejos de ser una solución. Es, en rigor, una "bicicleta" que traslada a gestiones venideras el peso de la deuda alcanzada por el plan y que, por cierto, no es toda la deuda que agobia a las comunas. En el gobierno provincial admiten que el 42% promedio de las obligaciones municipales no será refinanciada; las que muchos distritos mantienen con sus proveedores, por caso. Y es, también, como toda medida de esta índole -como las moratorias impositivas-, injusta con las comunas que, por el estatus de sus contribuyentes pero también por el esfuerzo de sus administradores, no tienen deudas con
ALGUNAS PROMESAS, UNA EVASIVA
El jueves pasado fue
Los intendentes que participaron de la reunión dicen que se llevaron el compromiso de Cristina Kirchner de avanzar en la instrumentación de esos requerimientos. Afirman que hubo evasivas, en cambio, para un reclamo que los jefes comunales bonaerenses ya le han planteado, también infructuosamente, al Gobernador: que la administración nacional disponga fondos específicos para cubrir parte de los gastos que demandan los centros municipales de salud, las "salitas" de los barrios.
Esta búsqueda de mayores fondos "genuinos" -al margen de préstamos y auxilios coyunturales- se da en medio de un clima de tensión creciente en buena parte de los distritos, que aún no definieron aumentos salariales o afrontan demandas de nuevas mejoras a la luz de las que se están concediendo en el sector privado.
Esos intendentes se preguntan cómo podrían otorgar los incrementos que les reclaman, cuando en más de un caso no tienen los recursos necesarios para pagar, con los niveles actuales, el aguinaldo. Es verdad que algunas comunas tienen exceso de personal, como consecuencia de un formato más del clientelismo político, y quizás algunos ñoquis. Pero no es menos cierto que la cuestión salarial refleja tal vez como ninguna cuál es la situación financiera de los municipios: muchos intendentes que tienen dificultades para juntar cada mes la plata necesaria para pagar los sueldos, vieron, cuando el gobierno nacional anunció el Plan Argentina Trabaja -para los