Un escándalo de proporciones tuvo lugar este miércoles en la iglesia San Roque de la ciudad de San Pedro, donde un grupo de sacerdotes, entre ellos los curas párrocos de Salto, Carlos Ponce y Domingo Pisoni, se hallaban compartiendo un almuerzo junto al obispo Hugo Santiago, de San Nicolás.
Todo se suscitó luego de que un grupo de madres de niños y niñas denunciantes por abusos sexuales cometidos en el Jardín Belén, en el año 2017, llegaron a la iglesia San Roque para pedirle explicaciones a Hugo Santiago.
Santiago se manifestó en varias oportunidades abiertamente en defensa de los dichos de Tulio Matiussi, el excura acusado de abusar sexualmente de varios menores de edad, y en detrimento de los testimonios brindados ante la Justicia por los niños denunciantes. Además, desligó a la iglesia que él representa del tema al manifestar que esa situación la tiene que resolver “el padre” con la Justicia.
Las familias denunciantes fueron echadas de la iglesia por el obispo, párrocos y mujeres de la comunidad religiosa, entre ellas la empleada municipal Marisa Corvalán, también defensora del acusado Tulio Matiussi.
Según consignó el portal “Visión Regional”, en la causa, además del expárroco, se encuentran imputados y aguardan por la fecha del juicio oral, Lujan Rubíes y Anselmo Ojeda. Mientras que la primera permanece libre, Ojeda cumple prisión domiciliaria. Tulio Matiussi, en tanto, se encuentra viviendo junto al obispo, en San Nicolás.
En lo que a nuestra ciudad respecta, la situación es lamentable si se tiene en cuenta que, mientras los padres exigían explicaciones al obispo, el padre Carlos Ponce se levantó de la mesa y con su teléfono celular comenzó a fotografiar a las madres denunciantes, en clara defensa del obispo Santiago. Las imágenes rápidamente se viralizaron.
Desde la iglesia que Ponce tiene a su cargo, de momento, no emitieron ningún comunicado, mientras que varios vecinos criticaron con dureza la postura tomada por el cura, acusando a este de “patotero”.