Preocupa la realidad que deben afrontar muchas personas en el ámbito doméstico al ser víctimas de agresiones -físicas y psicológicas-. Un drama que requiere de un accionar eficaz y directo por parte del Estado y que se convierte en una de las razones por las cuales el país vuelve hoy a salir a las calles y movilizarse.
“Ni Una Menos”, fue el lema que unificó un reclamo nacional en contra de la violencia de género, aquel 3 de junio de 2015. Cientos de miles de gargantas a lo largo y ancho del país se hicieron escuchar para otorgarle visibilidad a un drama que en Argentina alcanza cifras desgarradoras: cada 30 horas una mujer es víctima de femicidio.
A un año de aquella multitudinaria iniciativa popular las manifestaciones dirán presente nuevamente hoy para repudiar la violencia contra la mujer y cualquier tipo de expresión machista en la sociedad. La Estadística Criminal de la Provincia de Buenos Aires señala que en el 75 % de las denuncias recibidas por violencia doméstica, las víctimas son mujeres (el 95 % de las cuales, mayores de edad).
Respecto a dicha problemática, que requiere una serie de medidas que se conviertan en punto de inflexión para enfrentar de manera eficaz esta preocupante realidad y evitar seguir lamentando muertes, el diputado provincial Gustavo Vignali continua insistiendo en el tratamiento de su Proyecto de Ley sobre la Creación de un Fuero Autónomo de Violencia Familiar y modificación del Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires.
La iniciativa del legislador, presentada en el año 2015 en la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires -y sobre la cual realiza un permanente seguimiento- procura avanzar “hacia un sistema superador que otorgue a las víctimas una asistencia de mayor calidad institucional”.
Vignali pretende seguir los lineamientos de la ley 12.579, pero trasladar la competencia del conocimiento de las denuncias de violencia familiar de los Tribunales de Familia a nuevos Juzgados creados exclusivamente para abocarse a esta problemática, argumentando que esto permitiría por un lado lograr un mayor grado de conocimiento, de control y de actuación frente al hecho de violencia como un mal sociológico y , además, se lograría descomprimir la especial situación de aglutinamiento de expedientes que presenta el Fuero de Familia.