La obra social de los trabajadores rurales dejó sin cobertura médica y sin tratamientos oncológicos a sus afiliados, luego de oscuros manejos de sus autoridades, tenemos que recordar que en febrero de 2023, alrededor de unos 400 trabajadores rurales perdieron su trabajo, asediados por la persecución política que le atribuyen a José Voytenco, titular de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE).
El plan apuntó a reordenar el sindicato para quedarse con la cuantiosa caja de la obra social. Según informó RealPolitik, así fue como en marzo del mismo año, avalado por los contactos judiciales propiciados por el abogado del sindicato Marcelo Urban, que junto a Voytenco fueron sospechados del asesinato de Mauricio Cordara -quien trabajaba para el vicepresidente del gremio, Pablo Ansaloni, acusado por malversacion de fondo-, lograron la intervención de OSPRERA a través de una denuncia radicada en La Pampa.
La otra mano sospechada de esta maniobra ante la Justicia fue la de Jorge Gianni. Entre los tres lograron mover influencias en la Justicia pampeana y nombrar a Néstor Horacio Acuña como administrador provisorio de la Obra Social de los Trabajadores Rurales y Estibadores de la República Argentina (OSPRERA).
La primera medida tomada fue la firma de un acuerdo con la Obra Social de Empleados de la Industria del Vidrio (OSEIV), con capacidad para asistir a unos 40 mil afiliados. Además, Realpolitik informó que la misma despertó una fuerte polémica, dado que OSPRERA posee más de 800 mil contribuyentes. Tras un año de falta de medicamentos, atenciones clínicas y tratamientos interrumpidos, se decidió dar de baja tal acuerdo.
Desde el 31 de enero de 2024, los trabajadores de OSPRERA se encuentran a la deriva, luego de que se cayera la cobertura médica de todo tipo, incluyendo farmacias, cirugías y tratamientos de pacientes crónicos, con discapacidad y oncológicos. Estas últimas deben ser previamente auditadas por médicos de la obra social, aunque no todas son cubiertas por la misma.
Las familias que trabajan en el sector rural hoy están a la deriva absoluta y la preocupación crece dado la ardua y, en oportunidades, delicada labor que deben llevar adelante, poniendo en riesgo su vida sin que nadie procure darles una respuesta en caso de un accidente o enfermedad.