Cuando Luján Aliano llegó al predio del Comando de Prevención de Rural de Salto para retirar el auto que le habían secuestrado a su hijo, empezó a agarrarse la cabeza al acercarse al vehículo.
No era para menos: al Renault Clío le habían arrancado las fajas de secuestro que colocan los agentes de tránsito tras la retención preventiva del automóvil. Enseguida descubrió que también le habían robado un costoso equipo de sonido.
Según contó el damnificado a Salto Ciudad, el auto había sido remitido, en primera instancia, al estacionamiento de la Terminal de Ómnibus, en Mitre y Lavalle, donde actualmente funcionan el Centro de Monitoreo Municipal, las oficinas de tránsito y la Secretaría de Seguridad a cargo del doctor Alberto Decunta, entre otras áreas municipales. Pasado un tiempo, el vehículo fue llevado al predio del CPR, sobre Avenida Virginia Gemme.
“Te secuestran el auto y te cobran fortuna, pero cuando vas para retirarlo te encontrás con que tu vehículo fue abierto y me sacaron el equipo de música, dejando todos los cables pelados, corriendo el riesgo de que se prenda fuego o que se haya quemado algo del sistema electrónico”, contó Luján, al tiempo que explicó que, ante lo sucedido, decidió dejar el automóvil en el lugar.
Este miércoles presentará una denuncia penal, esperando que las autoridades de seguridad se hagan cargo de este hecho.
Cabe señalar que, en la infracción labrada al momento del secuestro, se deja constancia que “el municipio no se responsabiliza de los elementos de valor que se encuentran en el vehículo al momento de la retención preventiva, debiendo los mismos ser retirados por el infractor”.
Aquí vale aclarar que se refieren a carteras, dinero en efectivo entre otros, pero no de un elemento sobre el cual se tuvo que ejercer violencia al momento de ser robado.
Por otro lado, Luján explicó que, tras no querer sacar el auto del lugar, en el Comando de Prevención Rural no le permitieron abrir el capot, por lo que no descarta algún otro faltante o daño.