Luego de la partida física del párroco histórico de Nuestra señora de Pompeya, Abel Gaspar, el lugar estaba huérfano a la espera de un sacerdote que se hiciera cargo de la institución. Si bien es cierto que ha estado un religioso por un corto lapso, nadie había ocupado oficialmente el lugar central en la administración de la entidad.
Finalmente y después de mucha espera, la parroquia tiene un hombre a su cargo y será él mismo quien a partir de ahora oficiará las misas y ceremonias religiosas.
Se trata del padre Miguel Lelong, un cura reconocido por la curia y que fuese administrador en localidades como Villa Gesell.
“Estoy muy agradecido a la comunidad de Pompeya por cómo me han recibido. Era toda una incertidumbre para mí venir a Salto y no saber con qué me iba a encontrar, por suerte todo está saliendo de maravillas y junto a la gente que compone esta comunidad haremos grandes cosas. De ese estoy seguro”, mencionó el nuevo ciudadano saltense.
Cabe destacar que la parroquia de la que hablamos es un lugar muy importante para la ciudad y de ella emanan muchas actividades que hacen a la vida religiosa de centenares de vecinos. El hecho de tener un sacerdote hace que esta labor siga adelante y que los fieles tengan a quién recurrir ante una cuestión que los acerque a la institución.
“Estamos abiertos a recibir a todos aquellos que a través de su fe quieran acercarse a la Virgen. Este templo, que posee una gran historia por lo que me han contado, se dispone para que los vecinos de la ciudad lo sigan sintiendo como propio y utilicen su espiritualidad como motor de paz interior. Aquí los esperamos”, concluyó Lelong.