Fernando Piñeiro, el bombero voluntario de 19 años que falleció el lunes 14 de febrero por la mañana al caerse de la motocicleta que conducía por avenida Costanera, a metros del Balneario Municipal, fue despedido este miércoles con profundo dolor y sus restos fueron depositados en el cementerio local.
Gran parte de la comunidad y y bomberos que llegaron de distintos cuarteles del Partido y la región, tal es el caso de Arrecifes y Rojas, entre otros, acompañaron el último adiós con escenas de mucho dolor, junto a familiares y amigos de la víctima.
Los restos de Piñeiro fueron velados durante parte de la mañana en la sala uno de la Casa Velatoria ubicada en Avenida España y Vieytes, lugar desde el que cerca de las 11:30 horas partió el cortejo fúnebre con destino al cuartel central; el mismo lugar que Fernando adoptó como su segunda casa cuando tenía apenas sólo 11 años de edad.
El féretro, con los restos del joven, fue colocado en una de las autobombas y sobre él fue colocada la bandera nacional. Llegó a la calle Alvear escoltado por sus camaradas y, sobre el frente del Cuartel, que lucía su bandera a medida asta en señal de duelo, lo esperaban el resto de sus pares, quienes hacían la guardia de honor.
Miembros de la Municipalidad de Salto, tal es el caso del intendente Ricardo Alessandro; Camilo Alessandro, secretario General y Alberto Pérez, secretario de Gobierno, acompañaron a la familia bomberil en este difícil momento.
Tras las palabras del jefe del cuerpo activo Osvaldo Lori y el tradicional toque de sirena, la extensa columna, mayormente formada por los camiones de bomberos, partió hasta la necrópolis local, para el reposo de los restos del Fernando.