Alejo Vega, oriundo de Salto, es toda una promesa para el fútbol de nuestro país. En una infancia marcada por la pelota, el joven futbolista tuvo sus inicios, tal como Marcelo Meli y Andrés Chávez, en el Club Sports Salto, donde jugó hasta los 10 años para luego irse a Rosario Central, donde probó suerte.

Este domingo juega Tigre-Chicago en un duelo con una historia detrás que muchos ya conocen. No es un partido más, está claro, y para uno de los protagonistas aún más ¿Por qué? Porque Alejo Vega, quien siquiera llegó a debutar en la Reserva del Torito, fue citado e irá al banco en Victoria.

Y, precisamente, quien fuera considerado como el futuro Lionel Messi, tiene una historia particular.

Quedó en el Canalla y en solo dos partidos marcó seis goles. La Perla, como lo apodan desde chico, llamó la atención de propios y extraños y por medio del expresidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Grondona, lo llevaron al Barcelona de España, donde estuvo 20 días a prueba.

Al joven enganche le dijeron que debía formarse dos años en el club Renato Cesarini -no podía quedarse en el Barça por no tener 12 años-. Pasó por la pensión de River, pero se volvió a Salto y Racing lo fue a buscar para jugar un torneo y allí se quedó desde Pre-Novena hasta Quinta.

Sin embargo, a los 18 años debió volver a su ciudad porque la Academia no le daba el pase y dedicó su tiempo a trabajar como delivery mientras entrenó por su cuenta durante la pandemia, hasta que volvió a Buenos Aires para probar suerte en Barracas Central. Y cuando tenía todo cerrado en el Guapo, apareció Chicago…

Llegó a Mataderos en abril, no pudo jugar todavía oficialmente en la Reserva que conducen Diego Vera y Julio Serrano, pero ya Walter Marchesi le echó el ojo y frente al Matador podría sumar minutos. Vega es muy creyente desde su llegada al club y su fe lo lleva a un paso de la Primera.