Alquilar uno de nuestros inmuebles puede resultar un negocio muy rentable. Sin embargo, muchas veces el temor de que los inquilinos incumplan con los pagos de las cuotas o incluso dañen el lugar, nos detiene.
Por fortuna, para contrarrestar esa incertidumbre, en la actualidad los dueños de propiedades pueden elegir entre dos clases de garantías que proponga el inquilino. Estas aseguran el cumplimiento del contrato.
Una de las opciones más sólidas son los seguros de caución. Por ello, en este artículo explicamos cómo ayudan a proteger con esta alternativa nuestras propiedades al alquilarlas.
Cómo proteger nuestras propiedades al alquilarlas
Un seguro de caución garantiza el cumplimiento de las obligaciones contraídas mediante un contrato. En el caso de que no se cumplan, el seguro cubre las pérdidas que resulten de la violación, protegiendo así a su beneficiario.
Puede utilizarse para complementar o reemplazar las garantías tradicionales, como título de propiedad, aval bancario, fiador solidario o garantía personal (recibo de sueldo o ingresos).
Contratar un seguro hogar confiable garantiza el cumplimiento de las obligaciones contractuales. En el caso de alquileres de inmuebles, asegura al propietario el cobro de las cuotas mensuales, el de las expensas e incluso, el de algunos servicios.
Un inquilino lo contrata, para garantizar al locador que cumplirá con todo lo pactado, o en caso contrario, que será resarcido de forma segura y rápida.
El contrato de caución es una forma eficaz de proteger al propietario del inmueble, en caso de que el inquilino falte a sus obligaciones.
Es muy conveniente, ya que su aplicación es segura y cubre toda la duración del contrato. El seguro se abona por el inquilino una sola vez, al firmar el acuerdo de locación. Queda así el locador protegido por cualquier falta que este pudiera cometer.
El seguro de caución es un seguro contra daños. Indemnizará al beneficiario con la suma establecida en la póliza. Cubre alquileres impagos, expensas adeudadas, ocupación indebida del inmueble, deudas en impuestos, servicio de luz, gas, agua, etc.
Entra en vigencia al firmar el contrato y en caso de incumplimiento de este por parte del inquilino, el propietario está protegido. Evitamos así ser perjudicados por el accionar de nuestro locatario.
En el contrato de seguro de caución, intervienen tres partes. Por un lado, el tomador, que es quien contrata la póliza de seguro para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones. En este caso, es el inquilino.
Por otro lado está el asegurado, el dueño del inmueble, que cobrará si existiera un incumplimiento por parte del locatario.
Finalmente la aseguradora, que es la compañía que emite la póliza y que responde, evitando que el dueño del inmueble sufra algún perjuicio por la transgresión de su inquilino.