La amenaza del dengue, una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes Aegypti, está presente en nuestras comunidades, y la prevención comienza en nuestros hogares. Este mosquito, conocido por reproducirse en lugares con agua limpia o estancada, encuentra en nuestros patios y veredas el ambiente ideal para multiplicarse si no tomamos las medidas adecuadas.

Ante esta situación, es vital que cada uno de nosotros adopte prácticas sencillas para frenar su propagación y proteger a nuestras familias. Mantener el pasto corto, eliminar objetos que acumulen agua y limpiar regularmente recipientes que puedan convertirse en criaderos de mosquitos son pasos esenciales en la lucha contra el dengue.

Medidas preventivas clave:

1. Eliminar criaderos: Vaciar, limpiar o tapar recipientes que acumulen agua, como baldes, macetas o botellas.

2. Mantener el patio en condiciones: Cortar el pasto y limpiar las áreas exteriores de nuestras viviendas, evitando acumulación de basura y objetos que puedan contener agua.

3. Revisar el hogar: Inspeccionar semanalmente los rincones del hogar, asegurándonos de que no haya sitios donde el agua pueda estancarse.

Además, es fundamental conocer los síntomas del dengue para actuar de manera oportuna. Fiebre alta, dolor muscular intenso, dolor detrás de los ojos y malestar general son algunos de los signos más comunes de esta enfermedad. Ante la sospecha, se recomienda acudir rápidamente al médico y evitar la automedicación, especialmente con medicamentos que contengan aspirina, ya que pueden agravar el cuadro.

El rol de la comunidad es crucial. Con acciones simples desde casa, podemos prevenir la proliferación del mosquito y protegernos del dengue. Mantener nuestros espacios libres de criaderos no solo es una responsabilidad individual, sino un compromiso colectivo para garantizar la salud de todos.