SALTO, Julio 14 (www.SaltoCiudad.com.ar) Una vez pasada la entrega de medallas, empezaron a escucharse bocinazos, bombos, y algunos cantos. Adultos y jóvenes (la mayor parte) decidieron en los diferentes puntos de la ciudad que valía la pena celebrar.

Si bien la tristeza quedaría latente por no haberse llevado el premio mayor, ese trofeo tan deseado que cuesta tanto (y no sólo a la Argentina), la alegría de festejar el subcampeonato y la lucha del equipo ganó el ánimo.

De esta manera, otra vez la plaza San Martín fue el epicentro de los festejos, y una generación, la nacida en los 90, festejó el subcampeonato y sintió orgullo por el equipo dirigido por Sabella.

Los más grandes, recordamos el 86, y también el subcampeonato del 90; la efedrina del 94; el cabezazo de Ortega en Francia 98; la desilusión de no pasar la fase de grupos en 2002; los penales contra Alemania del equipo de Pekerman; y el 4 a 0 que nos hizo Alemania en 2010 con Maradona como DT.

El deporte tiene revancha, entonces empezamos a pensar en los próximos desafíos: Copa América, eliminatorias y el Mundial de Rusia. (www.SaltoCiudad.com.ar)