Entrevista

La vida en forma de historieta

Diego Garavano, en diálogo con SaltoCiudad.
Diego Garavano, en diálogo con SaltoCiudad.

SALTO, Enero 17 (www.SaltoCiudad.com) Un tablero especial es su herramienta de trabajo, el lugar donde sus ideas se vuelven imágenes. Antes, fueron un cuaderno y un lápiz. Diego Garavano dibuja desde que se acuerda; era sólo un niño de 7 u 8 años cuando se iba de vacaciones con sus padres y, en vez de llevar juguetes, elegía historietas y un cuaderno para dibujar. Ya a los 12 hizo un curso por correspondencia que le sirvió para conocer las nociones básicas que todavía hoy emplea cuando se sienta a crear.  Desde su lugar de trabajo en Salto, ilustra para publicaciones de Italia, España y Capital Federal. Diego Garavano cumplió su sueño.

Siempre le gustó dibujar ¿Cuándo decidió estudiar profesionalmente?

A los 17, en el último año del secundario, comencé a estudiar en la Escuela de Dibujo de Carlos Garaycochea en Capital Federal. Cuando finalicé la secundaria, seguí estudiando dos años más en la misma escuela. Seguí la carrera de Humor gráfico que era la que más me gustaba. Esto fue a comienzos de los 90.

¿El humor gráfico fue lo que más le interesó?

Sí. Empecé haciendo humor, pero ahora estoy haciendo historietas más realistas porque el mercado laboral me fue llevando a eso, y la verdad es que tampoco me desagrada.

Imagino que el camino laboral no debe ser fácil ¿Cómo fue dando los primeros pasos?

En Salto comencé trabajando en el diario Reseña, luego tuve una tira con continuidad de 3 ó 4 años en el semanario Los Principios. También hice caricaturas en vivo para un programa deportivo que se emitía por Canal 6, e ilustraciones para otro que abordaba la historia de Salto.

¿Cómo fue que empezó a publicar en Europa?

En 2004 conseguí un segundo premio en el concurso “El Viaje Espiritual” organizado por la editorial vasca Saure, eso me abrió las puertas para publicar junto con el guionista Diego Agrimbau los dos libros de historietas Egypcios en el Espacio. Después trabajé en un libro de información y literatura infantil sobre Mesopotamia y el Antiguo Egipto para la editorial Longseller. También me vincule con Banda Dibujada, un movimiento que se ocupa de promocionar la historieta en todo el país. Empecé a relacionarme con editores, y así paso a paso empecé trabajar a tiempo completo de esto.

En las historietas ¿Trabaja con un guionista?

Sí, en este momento estoy trabajando con un guionista que es Emilio Balcarce, que es también director de policiales del diario Crónica. Él me manda la idea, la discutimos, y luego me pasa un guión de ocho páginas. Esta historieta se publica en Italia, y forma parte de una revista publicada por Aurea Ediciones. Yo hago las ilustraciones, y salen ocho páginas por mes. Se arma el guión, y luego la viñeta con lo que sucede. Es interesante trabajar en equipo, se corrige, hay un ida y vuelta que enriquece el resultado final.

Historieta vs comic ¿Es lo mismo o existe alguna diferencia?

Es lo mismo. El comic es el nombre que se la da a la historieta en Estados Unidos, se identifica más con los superhéroes pero significa lo mismo. En España la llaman Te veo, en cada lugar tiene un nombre específico.

¿A cuáles historietistas argentinos admira?

Por nombrar algunos: Quino y Malfada que son un clásico; Carlos Gayracochea, Jorge De los Ríos, de quien fui alumno, y hacía las tapas de Anteojito, también las animaciones de García Ferré;  Eduardo Ferro que hizo mucho tiempo Langostino en Página/12 y falleció hace unos años. Actualmente uno de los que más me gusta, que quizás es poco conocido en Argentina, pero sí en todo el mundo, es Eduardo Risso. Ganó siete veces el premio Willliam Eisner que es como el Oscar en la historieta en Estados Unidos. Tuve la suerte de conocerlo, me gusta la claridad de su trabajo. Fui a su estudio por intermedio de un arquitecto de Salto que lo conoce.

¿Qué momento está viviendo la historieta en nuestro país?

Tuvo su auge que fue en los años 50, y en los 90 casi desaparece. La mayoría de los artistas argentinos trabajan para afuera. Pero Argentina tiene a Oesterheld, el creador de “El Eternauta”, que se dice es el que creó la historieta para adultos. El dibujante y el historietista argentino tienen mucho prestigio y su lugar en el mundo. Esto también se relaciona con la creatividad. El argentino hace de todo un poco. En EE UU, la historieta la hacen entre cuatro personas: el guionista, el que hace los dibujos a lápiz, el entintador y el colorista. Acá esto lo hace en general una sola personal.

¿Hay un resurgimiento?

Puede ser. En Capital Federal, en el barrio de San Telmo, se hizo el Paseo de la Historieta. A nivel gremial, se está avanzando en una ley nacional que tendría beneficios y derechos laborales para los que trabajamos en artes visuales. Eso está bueno porque crearía un fondo de desempleo. A nivel publicaciones, la revista Fierro es la que tiene mayor tirada, y hay un mercado que está surgiendo en la literatura infantil y en los manuales que incluyen historietas.

¿Se siguen modas o tendencia dentro de las historietas?

Existen diferentes tendencias, por ejemplo Risso trabaja con contrastes de blancos y negros. Pero la moda depende del gusto, y la idea es lograr un estilo particular, que diferencie a un humorista de otro.

¿Trabaja con la realidad?

Sí, en general los guiones con Emilio Balarce tienen contenidos sociales. También trabajé en una publicación para Italia con la problemática ecológica, y en una mexicana que abordaba el tema del narcotráfico. Ahora estoy haciendo una historieta que trata del tema de las personas que están obsesionadas con los videos juegos.

¿Hay límites en los contenidos?

No. En mi caso me mandan un proyecto, si me gusta y me siento identificado voy para adelante. Me documento mucho, investigo e internet facilitó mucho la tarea.

¿Y en lo visual?

Trabajamos con códigos visuales, si bien no hay límites, el desafío es hacer una historieta que la pueda leer cualquiera. Eso es lo más complejo, hay convenciones como los globos de texto, cosas pre establecidas, el desafío es que lo puedan entender en diferentes lugares del mundo. Con el humor eso es más complejo. Por eso los artistas como Quino que con su Mafalda llegó hasta un publicar en China es una gran ejemplo. No es fácil hacer reír, por ahí con la actualidad no es tan complejo.  Con el absurdo es más difícil. 

Presumo que la tecnología cambio el oficio…

Sí, y mucho. Siempre me gustó la tecnología y logré integrar las dos cosas. Yo trabajo con una tableta, dibujo sobre ella. La idea básica la planto a mano, pero para producir voy directo s la tableta, es más fácil para borrar, y el lápiz es sensible a la presión. Es prácticamente como trabajar a mano, con la diferencia que es más fácil hacer todo. Igual es imprescindible conocer las nociones básicas del dibujo. Lo más complejo es lograr un estilo. (www.SaltoCiudad.com)

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