Editorial de “De cabo a rabo”
Lunes a las 19, FM 2001
La hipótesis literaria de Ernest Hemingway es genial y sencilla: se llama “teoría del iceberg”, y podría resumirse de la siguiente manera: para contar, hay que contar solamente una séptima parte de lo que hay para contar. Y dejar que el lector haga, a partir de esa reducida cuota de información, sus propias interpretaciones.
Pero, claro, esto es literatura, y no la realidad.
En lo terrenal, lo mundano, más específicamente, en tiempo de campañas electorales, todo se enardece, se exalta, aumenta, se amplifica, se potencia.
Los pequeños conflictos, que antes no pasaban de una mera charla de café, un simple comentario entre políticos y periodistas, entre gente de a pie y partidarios, se convierte de pronto en el ombligo momentáneo del mundo, el centro del universo.
Aquellos que podían estar separados ideológicamente por una leve brisa, una delgada línea, una pizca de convicción, pasan a ser como Tom y Jerry o como el Coyote y el Correcaminos.
Un traidor es más traidor todavía. Un tibio merece morir de tibieza. Si no pensás como yo, no estás conmigo; si no estás conmigo, es porque no pensás como yo; por eso no podés estar conmigo.
Entonces, con ese clima de efervescencia (muchas veces frívolo, muy pocas justificado), de las siete partes del iceberg de Hemingway, salen a flote tres, cuatro o cinco. Y nunca falta un exaltado que quiera hacer alarde de exceso y lo quiera mostrar todo.
Y así se pierde la gracia. La gracia está, como bien lo expresó Hemingway, en ocultar cierta parte de la información, y que el lector sepa comprenderlo de todos modos.
Algunos integrantes de la clase política deberían estudiar esta hipótesis literaria. Así ahorraríamos chorreras de demagogia, entre otras tantas abundancias que tanto vulneran la paciencia ciudadana.
Pero está claro, como ya se dijo, esto no es literatura. Y muchas veces lo que se esconde no es una parte del iceberg, sino aquello que se quiere ocultar con propósito, aquello que muchos no quieren que el lector, el ciudadano, vea, sepa y descubra por sí mismo.