Por el homicidio Johana Torelli

La marcha de la soledad

SALTO, Junio 12 (Por Valeria Vizzón, de la redacción de www.SaltoCiudad.com) No la acompañó la comunidad de Salto. No estuvieron presentes ni funcionarios, ni ningún político. Como el año pasado, cuando se cumplió un año del homicidio de la joven Johana Torelli, su madre, Liliana, estuvo acompañada de los más allegados, de sus familiares, y de la hija de Johana, Paloma de 4 años que llevaba un cartel que decía: “te extrañamos mamá”.

¿Qué hubiera pasado si esta joven que fue asesinada en el barrio Valacco hubiera sido una joven de clase media o clase alta? Si hubiera sido alguien conocido, como solemos decir en Salto: hija de tal, sobrina de aquel, la que la madre tiene tal negocio. ¿La sociedad no hubiera acompañado el dolor de los familiares que solo piden justicia? ¿Los políticos y funcionarios se hubieran acercado? Preguntas que tienen respuestas concluyentes.

Samanta Johana Torelli fue encontrada muerta, con heridas en la cabeza, el lunes 11 de junio de 2011, en la calle Francisco Palmeiro, a metros de la calle Chaco, en el barrio Valacco. A unos metros, estaban tirados su celular y auriculares. De acuerdo a la autopsia, el fallecimiento de Torelli se produjo por paro cardiorrespiratorio por herida de arma blanca en el cuello. Jonathan Rubén Galeano Dávila, ex pareja de la víctima, está detenido por este crimen, y espera por un juicio que no llega. Liliana, su madre, no está convencida que Dávila sea el único responsable.

Por eso pide justicia, y por ese motivo, por segundo año consecutivo – a pesar del poco acompañamiento- realiza esta marcha que parte desde plaza San Martín y llega hasta el monolito que se instaló en el lugar que se produjo el homicidio.

En la plaza, Liliana describió: “hoy se cumplen dos años, y nosotros la recordamos de esta manera. Yo estoy muy agradecida con todos los medios, que hacen posible que yo pueda seguir adelante, y comunicarle a la comunidad. Lo más lindo que me dejó es mi nieta Paloma que tiene 4 años. Supuestamente el esposo de ella sigue detenido, pero todavía no hay juicio, la causa sigue como estaba”.

“Estamos siempre igual. Las pruebas que aparecieron fueron de los testigos que lo vieron a él con ella discutiendo. Yo siempre dije: no puedo juzgar a nadie sin saber, yo quiero saber la verdad, quiero que  investiguen  más a fondo. El bolso que llevaba Johanna ese día nunca apareció”, recalcó, y luego en el monolito remató: “seguiré con la marcha todas las veces que sea necesario hasta que se haga justicia”. (www.SaltoCiudad.com)

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