Once centros de evacuados, 570 evacuados y otros tantos que se fueron por sus propios medios, barrios bajo el agua y un nivel de 9.47 metros a las 17 horas del jueves es el panorama que presenta Salto.
Suena de película, pero no lo es, todo lo contrario, en estos casos cualquier similitud con la ficción es mera coincidencia dado que esto supera y ampliamente cualquier idea para realizar un film sobre una ciudad que poco a poco va quedando bajo el agua.
“Aceleraremos las obras y trataremos de dar una respuesta lo más rápido posible a este problema que tiene a Salto como a tantas otras ciudades sufriendo este panorama”, palabras más, palabras menos, expresó brevemente el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña, en su paso por nuestra región.
La gobernadora María Eugenia Vidal, quien se mostró muy consternada recorrió uno de los centros de evacuados junto al Intendente y a otros miembros del Gabinete comunal, tomándose el tiempo de hablar con los damnificados que allí se encontraban. Hasta ahí todo bien y muy correcto pero…
¿Basta con dar la cara como muchos dicen?; ¿no es necesario empezar a actuar y ejecutar de una vez las obras que tanta falta hacen?
El solo hecho de venir no saca el agua de las casas ni le devuelve la tranquilidad las familias que en menos de un año ya han tenido que salir tres veces de sus hogares. Acá, como en tantas localidades hace falta trabajo, pero uno que sea serio, continuo y a largo plazo, sin importar quien venga después del que lo inició porque lo que está en juego no es una elección sino el bienestar de los ciudadanos de la Argentina que son quienes ponen su voto de confianza cada vez que los convoca a un alto electoral.
Podemos decir a modo informativo que las arterias que comunican salto con diferentes ciudades también se ven limitadas. Es el caso de las Rutas 31 (Salto - Rojas) y 32 (Salto – Pergamino).
Esta crecida ha superado la de 2015, que parecía algo imposible ya que se registró en aquel momento un nivel de 9.20 metros. Hoy no sabemos que poner en cada nota que escribimos porque si decimos que ha llegado al pico máximo mañana tenemos que desmentirnos; si decimos que el sol acompaña y ayuda a que el agua baje también estamos equivocados dado que cada vez hay más y más agua, entonces lo único por lo cual optaremos será aportar datos y con ello dejar a la interpretación del lector el estado de situación.