La semana pasada un grupo de empleados se concentró en las puertas del municipio para entrar un petitorio al ejecutivo solicitando que se cancele el decreto firmado por el intendente que aumentó las paritarias un 15 por ciento. Pronto, comenzaron las primeras sospechas contra los dirigentes sindicales por no defender la paritaria y esa desconfianza se transformó en realidad.
Ahora estalló una grieta gremial en Pergamino y los trabajadores acusan a través de las redes sociales a Juan Albercht de haberlos entregado en la negociación producto de su buena relación con el jefe comunal, Javier Martínez y la jefa de personal Flavia Cascardo, con quien incluso circularon algunas fotos en las que aparecen juntos.
En las últimas horas, incluso, comenzó correr el rumor de que estaría organizando una desafiliación masiva al gremio que conduce Albercht por el descontento de esta resolución que sella un incremento salarial que apenas supera el 30 por ciento, cuando todos los indicares económicos estima que la inflación proyectada para fin de año superará los 45 puntos.
A su vez, entre los propios trabajadores se hicieron eco de la intención que habría tenido el propio dirigente, quien habría amenazado con renunciar, pero su círculo de contención más cercano le pidió que no diera un paso al costado. Lo llamativo es que, de los 350 afiliados cerca del el 90 por ciento tiene sueldos básicos de alrededor de los 9 mil pesos, muy por debajo de la línea de pobreza.
Según afirman la algunos, Albercht tendría un mecanismo bien aceitado: negociar dinero en negro para él y firmar lo que le ordena el ejecutivo local. Mientras tanto, algunos de los afiliados analizan la posibilidad de ir a manifestarse frente a su en el Barrio Acevedo para expresarle su malestar por los últimos acuerdos que rubricó con el municipio.