A fines de abril, el Comando Prevención Rural de Salto recibió una denuncia del propietario de un equipo de riego instalado en un campo de la Ruta 191, camino a Coronel Isleño, manifestando el faltante de unos 700 metros de cable, de tamaño y calidad especial para estos equipos.
Tras distintos procedimientos, teniendo como premisa el control de los que se denominan “desarmaderos”, y como posible lugar de venta de este tipo de elementos, comprobaron que se halló el plástico que recubre los cables, pero el cobre ya había sido vendido.