Amarga fue la sorpresa que se llevó una vecina al abrir las puertas de su comercio para iniciar una nueva jornada laboral.
Según denunció la comerciante, de 38 años, el robo fue descubierto a las 9:30, cuando se percató que delincuentes habían violentado la puerta trasera del kiosco ubicado sobre calle Laprida al 200.
Los malvivientes sustrajeron atados de cigarrillos, cinco hormas de distintos fiambres y elementos de perfumería.
Se le dio intervención a la UFI N° 3 del Departamento Judicial Mercedes.