SALTO, Octubre 30 (Por Valeria Vizzón, de la redacción de www.SaltoCiudad.com) Alegre, sincera y reflexiva fue la charla que brindó el escritor de “La pregunta de tus ojos” –novela que adaptada junto a Juan José Campanella fue llevada al cine y obtuvo el Oscar a mejor película extranjera- Eduardo Sacheri en la Escuela Secundaria Nº7 el martes por la mañana. El también guionista del film ‘Metegol’ reflexionó sobre la importancia de la lectura, leyó fragmentos de uno de sus libros y respondió a las preguntas de los medios locales:

¿Su visita a esta escuela forma parte de un plan de lectura?

Forma parte de una iniciativa de la Dirección General de Escuelas, de la gente de Secundaria, que entre proyectos, tiene este de fomentar la lectura, acercar la lectura, familiarizar a los chicos con actividades vinculadas a la lectura. En este caso, yo como escritor y profesor de historia sumamos ambas cosas.

Durante la charla se refirió a la importancia de la lectura ¿Cómo fue su formación como lector?

Tuve una gran ventaja que fue que leía mucho a la edad de ellos, y otra gran ventaja es que en mi casa leían mucho, y en mi escuela también. Con el tema de la lectura, que todos sabemos que es importante es como con la vida sana: todo sabemos que es importante y  pero de ahí a que lo hagamos, a veces hay una distancia. Y la lectura, como muchas cosas en la vida, es cuestión de práctica, y estimulo. Entonces muchas veces los profesores de secundaria nos encontramos con que tenemos algo valioso, por ejemplo: el gusto por la lectura, pero nos cuesta encontrar los espacios para cultivarlos con los chicos. Esto es tratar de apuntalar a los profes de la escuela en esta actividad que sabemos que es importante.

¿A qué edad comenzó a escribir?

Yo empecé a escribir a los veintipico, hay muchos que empiezan más jóvenes. Es esencial leer mucho, en este trabajo uno se encuentra con un montón de escritores con historias muy distintas pero en común tenemos que nos gusta mucho leer. Es como un músico que toca música y no escucha. Los músicos escuchan mucha música, y los escritores siempre estamos leyendo.

¿Qué clase de lector se considera?

Leo mucho, leo sin parar, suelo leer una sola cosa a la vez, lo que más me gustan son los cuentos y noveles que son los que más me gustan leer y escribir. Soy lector voraz, termino un libro y empiezo otro pero no llevo la contabilidad de lo que leo por año. Tengo un trabajo que me lo permite, también es parte de mi trabajo. Aunque sea un ratito siempre ayuda.

¿Cuál es la diferencia entre escribir un guión y una novela?

Es bastante más complicado que escribir un cuento y una novela. Hay que ser más sintético, más breve, y algo muy distinto, que es en general, que se hace con el director de la película. Lo que obliga a trabajar en equipo, a aceptar otras opiniones, consensuar con otros es lo más delicado del trabajo.

¿Cómo fue el proceso de llevar al cine un cuento tan breve de Fontanarrosa y convertirlo en Metegol?

Tomamos una idea, el cuento “Memorias de un wing derecho” es muy breve y tiene una gran una idea: los jugadores del metegol están vivos.  Fin de la gran idea. A partir de eso, los jugadores de un metegol están vivos, y ahí le generamos una aventura fuera del metegol. Por eso en el minuto cinco de la película ese metegol se destruye.

¿Cuánto duró el proceso entre la idea y la película terminada?

En total fueron cinco años de trabajo, lo que pasa es que hacer una película de animación es mucho más difícil y costoso que hacer una película con actores. En una con actores, la filmación  como mucho son dos meses, y animar una película en Argentina son tres años.

¿Piensa seguir trabajando con Campanella?

Ya nos hicimos amigos. Nos conocimos en 2004 cuando el leyó un libro mío, a partir de ahí a Campanella le surgió el deseo de hacer algo juntos. En 2007 hicimos el guion de El Secreto de tus ojos, ahora Metegol, que seguramente se vendrá la segunda parte.

¿Está trabajando en un nuevo libro?

El año que viene. Este año a raíz de Metegol fue un año de muchos movimientos y viajes, entonces falta el silencio interior necesario para escribir. Seguramente el año que viene me pondré con una nueva novela.  (www.SaltoCiudad.com)