En una recorrida por el distrito uno puede ver que Salto presenta varias imágenes que despiertan el interés de más de un turista. Chacras, campos y casas que no se ven muchas en muchas partes del país son el escenario de los diversos caminos rurales que comunican la ciudad cabeceara con el resto del partido.
Claro está que siempre se presentan excepciones y no es muy grato encontrarse con ellas. En este caso, viajando a Tacuarí pudimos observar que hay un basural que no solo contamina todo el ambiente, sino que perjudica a quienes habitan la zona.
Este basural a cielo abierto, instalado en forma tan clandestina como inesperada, se puede apreciar sin mayores esfuerzos dado su tamaño y ubicación, está situado en la banquina, a metros del camino por donde circulan los vehículos.
Al ver esto uno se pregunta por qué, o mejor dicho para qué hacer esto teniendo tantas alternativas a la hora de arrojar los residuos pero parece que es más fácil tirar lo que no sirve en el lugar menos evidente.
La intención es que se tomen medidas y de carácter urgente, dado el impacto negativo que tiene un basural y lo contaminante que puede ser para los vecinos que por allí se encuentran.
Este artículo no es una crítica sino un llamado de atención para aquellas personas que antes de ver cómo y de qué forma deben deshacerse de sus residuos prefieren tirarlos en medio de un camino muy transitado por el sector rural de Salto.