Provincia

Avanzadas

Kirchner, con el presidente de la Cámara de Diputados provincial, al arribar a la reunión con los legisladores
Kirchner, con el presidente de la Cámara de Diputados provincial, al arribar a la reunión con los legisladores

 

LA PLATA, Julio 18.-(Por Marisa Alvarez) La política, al menos en esta provincia, nunca se queda quieta si de moverse pensando en el próximo turno electoral se trata. Siempre hay tensiones, escarceos, cálculos y deslizamientos. Pero las acciones y señales acumuladas en los últimos tiempos indican que, ahora sí, se inició el tiempo de los reacomodamientos firmes para la carrera del 2011, con avanzadas que comienzan a delinear con alguna fuerza el panorama que finalmente mostrarán los cuartos oscuros.

 

Quien movió más fuerte en los últimos días, en busca de empezar a darle forma a su armado bonaerense y ponerlo en marcha, fue Néstor Kirchner. Su paso por La Plata para reunirse con los diputados del bloque oficialista de la Provincia -los mismos que, en un asado de verano que pretendió ser reservado y no lo logró, se habían confesado que acumulaban objeciones a su estilo de conducción- pareció cerrar un nutrido capítulo de encuentros con la dirigencia. Un capítulo destinado a transmitir personalmente su estrategia hacia adentro del agitado mundo del peronismo aún alineado en el kirchnerismo: admitir las discrepancias, conciliar, contener y propiciar que todos "se queden adentro", rescatar incluso a algunos de los que emigraron, y que todos diriman las diferencias en la interna.

 

UN ASUNTO COMPLICADO

 

El ex Presidente profundizó en esa reunión, además, señales que ya viene dando en busca de que, a cien días del accidente cerebrovascular que mantiene en estado reservado al presidente del PJ bonaerense, Alberto Balestrini, la conducción de esa fuerza se reorganice y el partido "vuelva a funcionar"; algo que, en honor a la verdad, nunca ocurrió en los últimos años más allá de lo meramente formal, y si se trata de ser realmente un espacio en el que se tomen decisiones a partir de la participación y el debate.

 

Quizás a partir de los guiños de Kirchner, lo cierto es que el asunto "conducción del PJ" ha pasado a ser el eje de las movidas que se registran por estos días en el oficialismo provincial, en un clima de creciente crispación. El ex Presidente propicia, como buena parte de los referentes partidarios, la formación de una "comisión" que reemplace a Balestrini. Pero ese objetivo choca con dos obstáculos. Uno lo encarna Hugo Moyano, vice 1º del partido y en pie de guerra para resistir el intento de desconocerlo como presidente interino.

 

"El que me quiera desplazar que me lo diga en la cara, y veré qué tengo que hacer", ha desafiado. Y el otro pasa por los mismos dirigentes que impulsan la creación de la comisión. Sectores críticos, moderados y ultraoficialistas, intendentes, referentes legislativos, funcionarios de los gobiernos nacional y provincial, dirigentes de "organizaciones sociales"; todos quieren estar en ese grupo de conducción, en una multiplicidad de aspirantes que parece tornar imposible un acuerdo.


 

 

A no ser, claro, que termine siendo Kirchner quien dicte la conformación del grupo; algo que, hasta ahora, ha dicho que no quiere hacer, posiblemente -cree más de un dirigente político- para no "pelearse" con el jefe de la CGT. Ocurre que la situación desnuda una realidad: ¿quién tiene en el PJ bonaerense el perfil de liderazgo suficiente para laudar en medio de las pretensiones encontradas, o aún para organizar una acción de ese tipo?

 

JOVENES HAY MUCHOS

 

Por lo demás, Kirchner habrá clausurado, con la reunión de La Plata, el capítulo de transmisión personal de la estrategia "todos adentro", pero no, por cierto, las movidas orientadas a incidir en la estructuración del perfil electoral del oficialismo provincial. Mientras el "grupo crítico" que encabezan, entre otros, los intendentes Sergio Massa y Cristian Breitenstein, tratan de instalarse como "los Sub 45", en busca de que esa "marca" los asocie a una "renovación", un grupo de funcionarios nacionales ultra K salió a pararse en el escenario bonaerense, para reivindicar su condición de "sub 45" y sus pretensiones electorales.

 

Uno, Amado Boudou, es marplatense, aunque podría jugar al final en la capital federal, dependiendo de cómo "se porte" el intendente de esa ciudad, el vecinalista, hasta ahora siempre aliado al kirchnerismo, Gustavo Pulti. Por lo pronto, la movida de lanzamiento fue en Mar del Plata. Y otro protagonista de ese grupo es Diego Bossio, titular de la Anses, que le dice a quien lo quiera oír que quiere ser

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